Conducir de noche supone todo un riesgo para los conductores, ya sean experimentados o no, llegando a triplicar las posibilidades de sufrir un accidente.

Por ello, no es de extrañar que casi tres cuartos de los conductores procuren evitar coger el coche cuando el sol se ha escondido. La reducción de la visibilidad o la falta de percepción  así como el aumento del cansancio y una menor concentración son algunos factores que se presentan a la hora de conducir de noche. Por eso, desde aquí te damos una serie de consejos y advertencias para que la noche no sea eterna.

Evita deslumbrar: Tan importante es ser visto como que te vean, pero no por ello has de dejar ciego a los conductores que circulan junto a ti, ya sea en el mismo sentido pero, sobre todo, en el contrario. Para ello, regula los faros a una altura correcta y evita despistarte a la hora de circular con las luces de carretera por vías secundarias. Muchos coches vienen ahora equipados con el sistema de alumbrado automático de luces de carretera que cambia de las cortas a las largas sin que el conductor tenga que hacer nada. Y otras marcas, como Audi, BMW o Mercedes están empezando a extender, dentro de sus gamas, los denominados Matrix LED, con los que mediante diodos de luz progresivos, podrás circular con las luces largas y, al mismo tiempo, evitar deslumbrar a los demás coches…

Al adelantar, con las cortas: En consonancia con el punto anterior, si no te queda más remedio que adelantar (hablamos siempre de carreteras secundarias), realiza dicha maniobra con las luces cortas, de esta forma, evitarás deslumbrar al conductor que te precede.

Regula los espejos: En muchas ocasiones, no hay posibilidad alguna de evitar el deslumbramiento trasero, y como no puedes bajarte del coche y zarandear al susodicho conductor, lo mejor es que regules de forma correcta los espejos retrovisores (todos); siempre y cuando tu coche no cuente con la función autocrómica que convierte el espejo en opaco forma automática. Si no, reduce la frecuencia de mirada por los mismos.

El interior, a oscuras: Una tónica generalizada es que muchos conductores viajen con las luces interiores encendidas. Aunque pueda parecer lo contrario, este hábito reduce la visibilidad exterior ya que tu ojo se acostumbra a grado de luz que es completamente diferente al que hay fuera, provocando así que tu distancia de visión sea más reducida. Baja la luminosidad del cuadro de instrumentos.

Aumenta la distancia de seguridad: Dado que la percepción de objetos se reduce casi a la mitad, es de sentido común que guardes una distancia superior con el coche que te precede. Lo aconsejable, ya que no puedes medirlo en metros, es que tomes un punto de referencia y cuando el coche de delante pase por él, cuentes hasta tres (tranquila y sosegadamente), si pasas por el mismo punto antes de que llegues a tres, levanta el pie del acelerador y deja más espacio entre ambos. Además, también es conveniente que reduzcas ligeramente la velocidad ya que así tendrás más tiempo de reacción en caso de tener que frenar bruscamente.

Las gafas, siempre limpias: Si llevas gafas, mantén siempre los cristales limpios, de esta forma tendrás una mejor percepción de las cosas y evitarás posibles distracciones en el caso de que tengan una mota de polvo considerable. Además, no esperes a que te caduque el permiso de conducir, hazte una revisión cada cierto tiempo (lo recomendable es una vez al año) para verificar que todo sigue en orden. Si detectas alteraciones o pérdida de visión durante la conducción nocturna, acude al oftalmólogo u óptico-optometrista.

Si estás de viaje, aumenta las paradas: Si eres uno de esos lobos nocturnos que prefiere viajar de noche por aquello de evitar los atascos, no peques de imprudente y pongas la excusa de la hora para hacerte el recorrido sin parar. Todo lo contrario, por la noche se recomienda realizar un mayor número de paradas, de esta forma evitarás la monotonía y te ayudará a estar más despierto. Además, ante el mínimo síntoma de la somnolencia o dificultad para mantenerse concentrado, para, échate una cabezada de 20 minutos y toma un café o una bebida estimulante. Si persiste el cansancio, duerme hasta que te sientas del todo recuperado.