La Seguridad Social ha necesitado una ayuda extraordinaria para pagar las pensiones y la paga extra de julio. Ha retirado 8.700 millones del Fondo de Reserva, la mayor retirada de una sola vez hasta la fecha. Tras esta operación ya solo quedan 25.176 millones de euros, muy lejos ya de los casi 67.000 millones que fueron el techo de la hucha de las pensiones a finales de 2011. A este ritmo, la llamada hucha de las pensiones se acabará a finales de 2017.

Ya ha salido mas dinero del que se ingresó

La época de bonanza permitió a la Seguridad Social lograr varios superávit que le llevaron a realizar aportaciones al Fondo de Reserva por 52.113 millones entre 2000 y 2010. Esa cantidad ya es menor que las disposiciones a las que ha recurrido el Gobierno desde 2012: con los 8.700 millones de julio suman 54.141 millones.

En cambio, en la hucha de las pensiones aún hay 25.176 millones. Esto es posible por los altos rendimientos de los activos en los que se ha invertido lo ahorrado: bonos del Estado español y, en menor medida, de Alemania, Francia y Holanda.

El déficit de la Seguridad Social

La Seguridad Social camina en 2016 hacia el déficit más alto de su historia. Lo ya visto apunta que los números rojos de este año superarán a los de 2015.

El grupo de investigación en pensiones de la Universitat de València calcula que en 12 meses los gastos superan a los ingresos en más 17.350 millones, 750 millones más que al cierre del año pasado.

Que el agujero de la Seguridad Social crezca y añada así dificultades al objetivo de reducir el déficit del Estado, contrasta con la recuperación de la afiliación, que en mayo crecía a un ritmo anual del 2,6%. Los ingresos por cuotas en ese mes incluso crecían más, al 2,8%, y más que lo hubieran hecho de no ser porque las cuotas de los desempleados se hundían, al 8%. Pero todo esto resulta insuficiente. Solo el gasto en pensiones sube un 3,3%.

Esto se debe a la opción del Gobierno de estimular la contratación con reducciones directas de cotizaciones, lo que este año restará 2.500 millones a las arcas del instituto previsor. También está el hecho de que los salarios de los nuevos empleos tienen menores bases de cotización, mientras que los nuevos pensionistas que entran en el sistema tienen prestaciones más altas. En 2015 el salario medio de los nuevos contratos era de 1.250 euros mensuales; la pensión de los nuevos jubilados, 1.342 euros.

El futuro de las pensiones

Las voces de alarma se han disparado al hacerse público el contenido del informe de previsiones de la Comisión Europea en el que sostiene que España es el país de la UE que más va a recortar sus pensiones hasta 2060.. En ese escenario un jubilado se convertiría directamente en un pobre al convertirse en pensionista. Si como la gran mayoría no dispone de otra fuente de ingresos, su primera pensión sería de 600 euros.

Todas las fuentes consultadas avanzan que el escenario de las pensiones contributivas se deteriora de forma rápida. De los 20 millones de cotizantes a la Seguridad Social que había en España antes de la crisis, se ha pasado a los 17,5 millones a día de hoy, cuando, según todos los expertos, para mantener el sistema español serían necesarios 25 o 26 millones. Ahora hay 1,8 contribuyentes por cada pensionista y cae poco a poco acercándose al considerado mínimo sostenible, de 1,5.

El primero de enero de 2019 las pensiones van a dejar de estar referenciadas y actualizadas con el IPC anual, para empezar a hacerlo a la esperanza de vida. Si con crecimientos de IPC muy suaves como los actuales, los expertos calculan que la depreciación de las pensiones puede ser de un 5% o un 6% cada diez años, con una reactivación de la economía y crecimientos más pronunciados se puede duplicar o triplicar

Con todos estos datos, cada vez se hace más patente la necesidad de preveer otras alternativas para complementar las pensiones del sistema público, tales como Planes de Ahorro o Planes de Pensiones privados. Al tratarse de un asunto de importancia capital, es primordial el poder contar con un asesoramiento Personal, Profesional e Independiente.