Susana Pérez, directora de INESE, dio la bienvenida a los asistentes e hizo un esbozo acerca del marco macroeconómico, resaltando los primeros datos de crecimiento de la economía española y los indicios de aumento de la inversión. Además, remarcó el importante papel del sector asegurador como inversor institucional, especialmente en renta fija. En este sentido, especificó que el actual contexto de bajos tipos de interés y el escenario de márgenes cada vez más estrechos, las aseguradoras han de buscar nuevas oportunidades de inversión.
A continuación, César Bardají, miembro del consejo asesor de Altamar Private Equity, condujo una mesa redonda acerca de los desafíos del sector y las alternativas de inversión ante este panorama. David Cienfuegos, director de Inversiones de Towers Watson, habló acerca del impacto del entorno macroeconómico y la repercusión de Solvencia II en las carteras de inversión. Según explicó, “los próximos diez años van a ser completamente distintos de los pasados diez años”, puesto que probablemente nos enfrentemos a un escenario de tipos bajos, lo que supone un importante cambio respecto a las condiciones de la década precedente. Por este motivo, reseñó que la gestión de las inversiones será fundamental para conseguir un extra de rentabilidad.
Respecto a la interpretación de Solvencia II en materia de inversión, indicó que hay que mirar más allá del cumplimiento normativo, el reporting y el consumo de capital, pues también incidirá en la visión estratégica de las compañías y los objetivos de rentabilidad de sus inversiones. Al hilo de ello, puntualizó que el objetivo de rentabilidad condicionará el tipo de productos en los que se habrá de invertir, de modo que las decisiones de inversión se verán muy ligadas a la estrategia de cada empresa. Así, especificó que la compañía debe preguntarse “cuál es la utilidad marginal de la gestión de las inversiones frente la utilidad marginal del negocio tradicional asegurador”. Señaló que el empleo de recursos en la gestión de inversión normalmente genera más rentabilidad que los recursos destinados al negocio tradicional, por lo que “hay un espacio importante de desarrollo de la inversión de las aseguradoras”.
En cuanto al tipo de activos más interesantes, destacó las favorables expectativas de rentabilidad del Private Equity, que se sitúa, de media, en el 8,3% a diez años, recordando que el Private Equity o Capital Privado va a ser considerado dentro del grupo 1 en Solvencia II.
VENTAJAS DEL PRIVATE EQUITY
Claudio Aguirre, presidente y socio fundador de Altamar Private Equity, explicó las ventajas del activo, explicando las distintas estrategias de inversión en Capital Privado, desde el Venture Capital –que invierte en compañías en su etapa inicial- hasta los Buyouts –centrados en empresas más maduras y predecibles-. Así, destacó que la inversión en Private Equity aporta diversificación a la cartera de inversión así como rentabilidad atractiva, con baja volatilidad y reducida correlación a medio y largo plazo con los mercados públicos, aunque reconoció que presenta una liquidez más limitada que otros instrumentos. La superior rentabilidad se debe a un mayor alineamiento de intereses entre los inversores y los gestores de las empresas participadas, así como a un modelo de gestión activa.
Se detuvo especialmente en explicar la inversión en Private Equity a través de la figura del fondo de fondos, una opción que diversifica aún más la exposición al activo, reduciendo drásticamente la probabilidad de pérdida de capital, siempre y cuando la construcción de cartera y la selección de los gestores sea la adecuada. “El riesgo que se asume es más riesgo de gestor que de mercado. Cuando se invierte Private Equity, lo más importante es el equipo gestor”, puntualizó.
Fuente: inese.es